Formulario de contacto

 

Anatomía de un Cristiano.

Anatomía de un Cristiano


Que el PELO le de abrigo a tus ideas, que siempre pulan más que un buen peinado, adornando pensamientos de prosperidad.

Que los OJOS reconozcan la diferencia entre un colibrí y el vuelo que lo sostiene. Aunque se detenga seguirá siendo un colibrí, y es conveniente que sepas, para que no confundas el sol con la luz, ni lo alto del cielo con LA GRANDEZA DE DIOS.

Que la NARIZ distinga el aroma de Dios con total soltura y cortesía.

Que el OÍDO sea tan fiel a la hora del reproche, como debe serlo a la hora del halago, para que puedas mantener el equilibrio en cualquier circunstancia, y así poder distinguir la voz del Señor al hablarte.

Que la BOCA refleje la sonrisa que hay adentro, para que sea una ventana del alma y no la vidriera de los dientes, para que te comuniques con sabiduría y entendimiento.

Que la LENGUA encuentre las palabras más exactas para expresarte sin que te malinterpreten, hablando palabras de consolación y vida.

Que los DIENTES te sirvan para aprovechar mejor el alimento, y no para conseguir la tajada más grande en deterioro de los otros, y para que los muestres al mundo en señal de agradecimiento por las bendiciones que Dios te ha concedido.

Que el CUELLO te sirva para asentir cada mandato que proviene de parte de Dios, actuando con sinceridad y obediencia ante su palabra. 

Que el PECHO te sirva de armadura guardando al corazón de toda astilla falta de amor. 

Que el CORAZÓN toque su música con amor para que tu vida sea un paso del UNIVERSO hacia delante, bendiciendo tu vida y la de los tuyos…en preparación para el encuentro final con nuestro Creador. 

Que el ABDOMEN te sirva para expulsar al respirar toda amargura, envidia, dolor… que hacen de tu vida un horror. Deposita en Dios tu confianza y el hará conforme a tu corazón. ÉL es tu paz y tu tranquilidad. 

Que la CINTURA no sea un impedimento, sino una acción de dar al prójimo de lo que posees. Olvida el orgullo y la altivez, porque ellas traen hundimiento y miseria a tu vida. Céntrate en ser humilde y servicial así como Jesús, lava los pies de tu hermano. Sin tapujos, ni asperezas aprende a servir con amor y dulzura. 

Que la ESPALDA sea tu mejor soporte y no la carga más pesada, pues en la cruz se entregaron y vencieron las cargas de tu alma. 

Que los BRAZOS sean la cuna de los abrazos y no camisa de fuerza para nadie, y sí, la fuerza para apoyar al herido y levantar al caído. 

Que las MANOS se tiendan generosas en el dar y agradecidas en el recibir, y que su gesto más frecuente sea la caricia para reconfortar a los que te rodean igual que Jesús entregó sus manos en la cruz.

Que los DEDOS se deslicen en cada página del TESORO, que Dios confió en tus manos. En el encontrarás respuesta a todas tus cuestiones y promesa para aderezar tus errores. Venda tus heridas, olvídate del pasado, céntrate en tu presente y espera en el futuro. Cree en Dios y espera en ÉL.

Que las UÑAS crezcan lo suficiente para protegerte, sin lastimar a nadie, siempre peleando la buena batalla. 

Que las PIERNAS dirijan tus pies hacia toda justicia y verdad, conduciendo tu vida hacia toda SANTIDAD. 

Que las RODILLAS te sostengan con firmeza a la altura de tus sueños y se aflojen mansamente cuando llegue el tiempo de oración y charla con el Todopoderoso. 

Que los PIES te lleven por el camino más largo hacia la felicidad, porque la felicidad son sólo puntos en el mapa de la vida, y el verdadero disfrute está en buscarlos en el conocimiento y profundidad de DIOS. 

Que la PIEL te sirva de puente y no de valla, cuando al tacto de tus semejantes procedas la energía espiritual de sanidad y salvación que nuestro Divino Señor ha depositado en ti… 

¡Dios les bendiga! 

                                                                                                              Amén.  

Total comment

Author

Unknown

0   comentarios

Cancel Reply