Es normal que muchos vivamos circunstancias adversas en nuestras vidas, situaciones de las cuales no podemos salir victoriosos por nuestra cuenta, sino que necesitamos de la intervención de Dios. Sin embargo, por mucho que oremos, no vemos un milagro en nuestras vidas.
¿Que pasa? ¿Es acaso que Dios no escucha nuestras oraciones? Pues no, el problema no es Dios, ¡somos nosotros! Hay 4 ingredientes necesarios que tienen que estar en nuestras vidas para recibir un milagro, y podemos encontrarlos en Marcos 10:46-52, en la historia de Bartimeo.
- Reconocer a Jesús en nuestras vidas: Marcos 10:47a. El oyó de Jesús, y de inmediato supo quien era. Bartimeo era ciego, pero no necesitaba ver a Jesús para reconocer quién era Él y que podía hacer en su vida.
- Clama a Dios y confía en que Él puede hacer un milagro: Marcos 10:47b. Bartimeo comenzó a gritar y clamar a Dios, para que tuviera compasión de él. Bartimeo sabía que solo Dios podía hacer un milagro en su vida, así que clamó a Él.
- No dejes que callen tu clamor: Marcos 10:48. Muchos te dirán que no puedes salir de la pobreza, de la enfermedad, de tu situación. Te dirán que es mejor que te acostumbres, y tratarán de convencerte de que la voluntad de Dios es que tu estés así. Pero haz como Bartimeo, ante esas voces, ¡gritó y clamó mas fuerte a Jesús! Y como resultado, Jesús lo escuchó, y acudió a Él, diciéndole "¿Que necesitas?".
- Saber que necesitas: Marcos 10:51. Bartimeo era un mendigo, que estaba pidiendo limosnas en la calle. Cualquiera en su lugar, habría respondido a Jesús que necesitaba dinero, casa o comida. Pero Bartimeo sabía lo que realmente necesitaba. El sabía que todas esas cosas solo eran consecuencias secundarias. Pero había algo que Jesús podía cambiar en su vida, que haría que todo lo demás también cambiara. Por eso, Bartimeo pidió ser sanado de su ceguera.
¿Estos ingredientes hacen parte de tu vida? Dios está dispuesto a bendecirte y a hacer un milagro en tu vida, pero tienes que ser como Bartimeo, reconociendo a Jesús, confiando en que el puede sanarte. Clamarle, pero solo aquello que realmente necesitas. ¡Identifica tu verdadera necesidad!
Versículos:
"Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: !!Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: !!Hijo de David, ten misericordia de mí! Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino."
(Marcos 10:46-52)
Fuente: mensajesdereflexion.org