La oración cambia las cosas
Jesús siempre les dio el ejemplo y la enseñanza a sus discípulos. Ahora es en la oración. El sabía de la importancia de ¨orar sin cesar¨.
El Hijo de Dios siempre dependiendo de su Padre. En muchas ocasiones se apartaba y buscaba un lugar para estar a solas con su Padre celestial.
Ante tal ejemplo, aquel discípulo dócil y humilde le dice a su Maestro:
¨Señor, enséñame(nos) a orar¨. Porque entendió la necesidad de orar. ¿Qué es la oración?
La oración es la comunicación con Dios. Es hablar con Dios. Es contarle al Padre todas las cosas. La oración es el medio que Dios ha designado para actuar en favor del hombre. Es compartir y hablar con el Todopoderoso, de una manera sencilla y eficaz.
Por medio de la oración Dios escucha de nuestras dolencias, problemas y necesidades. Pero la oración tiene poder. Porque procede del que todo lo puede.
Reflexión: Muchas veces el afán de la vida nos agobia. Los problemas y necesidades nos ahogan. La enfermedad quiere acabar con nuestras vidas. El odio, la violencia, el rencor destruyen matrimonios, vidas,las relaciones entre padres e hijos, las comunicación con los familiares. Los vicios están acabando con muchos niños, jóvenes y adultos.
La presión económica enferma,deprime, etc., etc. Es cuando debemos arrodillarnos y decirle al Señor ¨enséñame a orar¨.
Es cuando el Señor nos dice: ¨Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.¨. Lucas 11:9-10.
La oración cambia las cosas. Que bendición es al levantarnos cada mañana y tener momentos de oración antes que los quehaceres cotidianos de cada día nos ahoguen.
¨Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.¨
Salmos 5:3
Anécdota: Cuando mi hija Cesiah Abigaíl, tenía 3 años de edad, al caminar se caía muy seguido, además le daban unas fiebres muy altas.
Mi esposa y yo la llevamos al doctor y después de unos estudios minuciosos le diagnosticó: Poliomielitis.
Le tenían que poner un aparato en sus piernitas desde la cintura. Mi esposa y yo nos afligimos mucho.
Pero , nos pusimos en oración. Cada mañana por tres meses, pedimos con toda nuestra fe, que el Señor sanara a nuestra hija. Porque, ¨todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.¨
Mateo 21:22 Y se realizó el milagro. Dios escuchó nuestra petición y sanó a nuestra hija!
¡Bendito sea el nombre del Señor!
Escrito por: Batista Cortes