Con Cristo tu vida brillará cada vez más, así como la luz del amanecer comenzó con tu nuevo nacimiento, así irás creciendo en luz y gloria de Dios, hasta que tengas plenitud en cada área de tu vida.
En proverbios 4:18 dice: “El camino de los justos es como la primera luz del amanecer, que brilla cada vez más hasta que el día alcanza todo su esplendor”.
Cuando conocemos al Señor y recibimos la salvación, la luz de Dios comienza a iluminarnos para que andemos con su vida y paz. El principio del caminar en Cristo es como un amanecer, que da inicio a una nueva vida, y esa vida va en un incremento de luz a medida que avanzamos madurando en la fe y en la comunión con Dios. Por eso, nuestra actitud y expectativa siempre debe ser de bien y no de mal, de salud, prosperidad, mejora y avance, en todas las áreas de nuestra vida. Cada vez que nos enfocamos en lo que viene, debemos saber que la mano de Dios estará con nosotros siempre. Lo mejor viene para los que practican la justicia de Dios, que es la obediencia y las buenas acciones. Esta es la verdad de la palabra de Dios que debes creer, seguir y esperar. El que pide recibe, el que busca halla y al que llama se le abre. Las promesas de Dios son luz de vida, salud y abundancia que debemos esperar y recibir. Nuestra actitud siempre debe ser de esperar lo mejor, de esperar milagros, cambios positivos y progreso en cada cosa que necesitamos.
Hagamos juntos esta oración:
“Padre Celestial, me enfoco hoy en tus promesas, tu palabra es la verdad que guía mi vida y la de mi familia. Creo que lo mejor viene para mi: restauración, salud, alegría, sanidad y provisión, lo recibo en el nombre de Jesús. Amén”
Fuente: avanzapormas.com