Salmos 27: 14 “Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
Sí, espera a Jehová”
No voy a negar que el hecho de no ver las respuestas de Dios a las promesas que nos ha hecho, muchas veces nos lleva a la desesperación. Quizá tu estés pasando por un momento de esos, en donde estas siendo presa de la desesperación, los días han pasado, los meses ya se fueron, los años vienen uno tras otro, ¿Y tu respuesta?, ¿Cuánto tiempo he de esperar mas?
Personalmente Dios ha tratado conmigo en
esa área, hoy en día puedo decir con toda autoridad de que no me es
difícil esperar las respuestas. Claro esta que quisiera que muchas de
ellas se cumplirán ahora mismo, o a más tardar mañana, pero he comprendido
que aunque me desespere, eso no traerá la respuesta de Dios, pues el
tiene un tiempo estipulado para darla.
Y es que es fácil quererse desesperar, más cuando lo que se te ha prometido no quiere ni asomarse en lo más
mínimo, es que lejos de verse cumplida esa promesa se ve mas lejos que
nunca, pero tranquilo, tranquila, ¿Por qué desesperarse?
En mi vida cristiana he tenido momentos
en donde no he visto aun cumplidas las promesas que Dios me ha dado, en
más de alguna vez me pregunte del porque no las veía, y en alguna ocasión
quizá hasta me desespere. Pero Dios ha sido tan lindo, que después de
varios años me ha moldeado esa área de mi vida, la de saber esperar su
momento.
El otro día platicábamos con un pastor, y
le hacia ver que no me preocupan que las cosas que Dios me ha prometido
no se cumplan rápido, y le decía que no me preocupaba, porque se que al
final se terminaran cumpliendo, tarde o temprano llegarán.
Y es que es lindo, cuando se tiene la
confianza necesaria para saber que si no es ahora, podrá ser mañana y
sino, habrá más tiempo para poderla recibir, pero de que la recibo, la
recibo, y es que Dios no es hombre para mienta, ni hijo de hombre para
que se arrepienta, eso me da la paz de saber que El cumplirá lo pactado.
¡Eso si!, parte de que Dios cumpla con
lo pactado será el hecho de que tu también cumplas con lo pactado, ya
que muchas veces nosotros queremos que Dios sea fiel en las promesas que
nos ha hecho, pero nosotros no queremos ser fieles a las promesas de
santidad y servicio que le hemos hecho.
..
Hablo de que Dios cumplirá su promesa,
pero anhela de nosotros que seamos fieles y no nos desesperemos, que
mantengamos el ritmo espiritual igual o mejor que el que teníamos el día
que se nos prometió eso.
Las dudas llegaran, pero la duda no es
compatible con la fe, la verdadera fe echa fuera la duda y no le da
cabida. Si hay duda en tu vida es señal de que algo anda fallando, de
que necesitamos activar la fe, esa que nos lleva a creer lo que es
difícil de creer.
El desesperarse es señal de duda, pues
una persona que se desespera es porque esta dudando de que lo prometido
se pueda cumplir, en cambio la fe, lo espera hasta el último minuto, no
se desespera pues sabe que tarde o temprano la respuesta llegará.
Ahora bien, quiero que seas sincero(a) y
te contestes a conciencia la siguiente pregunta: ¿Te ayuda en algo
desesperarte?, claro que NO, al contrario, el desesperarte te lleva a
tomar malas decisiones, que como consecuencia traerán muchos dolores de
cabeza y enormes tropezones. Y es que el desesperarse no tiene nada,
absolutamente nada de bueno, entonces ¿Para que desesperarse?
“¡Es que lo quiero ya!”, “¡Es ahora o
nunca!”, “¡Es que ya paso demasiado tiempo!”, esas pueden ser las frases
de una persona desesperada, pero yo te digo lo siguiente:
Dios cumplirá, te lo aseguro que
cumplirá, nada mas no te desesperes, ni tomes decisiones precipitadas,
aun cuando ya no puedas mas, esfuérzate, saca fuerzas de donde no las
hay y sigue esperando, pues la desesperación llega casi siempre cuando
ya estas a punto de recibir tu respuesta, pero la desesperación te puede
llevar a alejar más la respuesta de Dios, así que más vale no
desesperarse, y confiar ciegamente en que la respuesta llegará, porque
Dios lo ha prometido y porque tú, le crees a Él.
Dios actúa en un tiempo muy diferente al
nuestro, no quieras medir la respuesta de Dios por tu tiempo, mídela y
asimílala en el tiempo de Dios, pues Él la da, cuando cree que es el
momento PERFECTO.
Autor: Enrique Monterroza
Fuente: devocionaldiario.com
Fuente: devocionaldiario.com