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Los rayos X de Ciro.

Los rayos X

Ciro se sentó en silencio, con su cabeza dando fuertes latidos.  Si le hubiera hecho caso a sus padres y no se hubiera acercado al lugar de la construcción.

-”¿Cómo dijiste que te ocurrió esto?”, le preguntó el doctor Jones cuando terminó de poner los puntos en la frente de Ciro.

-”Iba corriendo a casa y tropecé con una grieta en la acera”, explicó Ciro, esperando que su rostro no revelará la verdad.

-”Bueno, estarás bien”, dijo el doctor Jones.  “Pero sí quiero sacar unos rayos X del cráneo, sólo para estar seguro”.

Ciro y su mamá fueron al departamento de rayos X del hospital.  La cabeza de Ciro aún latía.  Se acostó sobre la falda de la mamá y trató de relajarse.  Pensaba cómo sería el sacar rayos X de la cabeza.  De repente, Ciro se incorporó.

-”Estos rayos X, ¿van a mostrar mi cerebro y todos mis pensamientos?”, dijo sin pensar. Tan pronto hizo la pregunta sabía que era una pregunta tonta.

-”Hijo, despreocúpate”, dijo la mamá riéndose.  “¿Tienes miedo de que quizás muestre pensamientos que no quieres que otros vean?”

Ciro volvió a bajar la cabeza. Se alegraba de que los rayos X no pudieran mostrar sus pensamientos.  Entonces todos iban a saber cómo fue de verdad que se hirió la cabeza.  Se enterarían de que había mentido.

-”Creo que tú eres el próximo”, dijo la mamá, frotándole la espalda.

-”Lo siento”, dijo Ciro con rapidez.  “Mentí.  Me lastimé en el lugar de la construcción”.

-”Luego hablaremos de eso”, la mamá dijo con una voz firme, pero aún tranquila.  “Vamos con la enfermera”.

Más tarde aquella noche discutieron el problema de Ciro.   ” Ciro, nunca te olvides que Dios ve todos nuestros pensamientos así como tú pensaste que le aparato de rayos X pudiera revelar los tuyos, le aconsejó la mamá”.

No hay nada que podamos esconder de Él.

                                                                                                                                             N.E.K.

¿Tienes pensamientos que te darían miedo o vergüenza si alguien los supiera?

Compártelos con Dios, Él ya los conoce. Pídele que te ayude a mantener tus pensamientos honestos y puros.

Mateo 9:4: Y Jesús conociendo sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?

Fuente: Devocionales para niños y renuevodeplenitud.com

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