1 Corintios 7:17 Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias.
Cuenta una canción muy conocida que hubo un payasito que tenía el don para hacer reír a los niños; sin embargo, él se sentía infeliz por dentro, le parecía ridículo pintarse la cara, pues anhelaba ser un equilibrista y escuchar aplausos en lugar de risas. Estaba tan absorto en su infelicidad que nunca se percató lo felices que hacía a los demás. Un día tras el ensayo, no pudo resistirlo más y se subió al travesaño, sintió vértigo y ese día, cuando cayó, no habían puesto malla de seguridad. Uno de los trabajadores lo vio y auxilió. El Payasito logró salvar su vida, sin embargo el circo fracasó pues lo niños ya no iban a ver las funciones.
Quedó en silla de ruedas pero finalmente se aceptó como un payasito. En las afueras de la ciudad él tocaba su violín y venían muchos niños a escucharlo. Cuando los veía venir de lejos, se apresuraba a pintarse la nariz como solía hacerlo antes, y si algún niño se burlaba, le respondía: Sería un miserable, sería yo el culpable, si no cumpliese la misión que recibí. Porque aunque fui un fracaso, soy de profesión payaso, no me juzgues mal, Dios me hizo así. Concluye la canción.
Al igual que la canción, muchas veces pasa, que anhelamos estar en el lugar de otra persona, deseamos sus talentos y dones, hasta su condición de vida y nos olvidamos que Dios nos ha dado también algo especial a cada uno de nosotros.
Todos tenemos algo que dar y con lo que podemos resaltar, no tenemos que estar deseando lo que los demás tienen para ser felices, sino trabajar con lo que tenemos, ahí estará nuestra felicidad.
Tú tienes un gran potencial que Dios te ha dado ¿Ya lo descubriste? ¿Lo estás explotando? o ¿Aún intentas ser un acróbata a pesar de que tienes todo el talento para ser un gran payasito?
El mundo necesita de ti, así como eres, mírate como Dios lo hace, con amor y con un gran potencial para bendecir tu entorno.
Efesios 4:7 No obstante, él nos ha dado a cada uno de nosotros un don especial mediante la generosidad de Cristo.
Fuente: cristianareflexiones.wordpress.com