Al final de la primera guerra Mundial, un destacamento de soldados ingleses esperaba entrar en un pequeño pueblo cerca del Rhin (Francia) cuando repentinamente un soldado salió corriendo de un edificio gritando:
“¡Alerta!”, Instantáneamente una descarga de rifles le dejaron muerto en el suelo.
Pero la advertencia salvó a la compañía de una emboscada. El destacamento luchó haciendo retirar al enemigo y pronto se supo la historia del que les había salvado.

Estas fueron precisamente las palabras que los judíos lanzaron contra Cristo cuando estaba pendiente de la cruz. No pudo salvar a otros y a sí mismo a la vez, y prefirió sacrificarse él en favor de otros, incluso de aquellos que le crucificaron.
Juan 3.16 De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en El cree, no se pierda, sino que tenga vida eterna”.
Romanos 5:8 “Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores, Cristo murio por nosotros.”
Juan 3:17 Porque no envió Dios á su Hijo al mundo, para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por él
Fuente: renuevodeplenitud.com
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