Cuando Juan era pequeño, su mamá solía coser mucho. Él se sentaba cerca de ella y le preguntaba que estaba haciendo. Ella le respondía que estaba bordando.
Siendo el muy pequeño, observaba el trabajo de su mamá desde abajo, por eso siempre se quejaba diciéndole que sólo veía hilos feos.
Su mamá sonreía, miraba hacia abajo y gentilmente le decía "Hijo mío ve afuera a jugar un rato, y cuando haya terminado mi bordado te pondré sobre mi regazo y te dejaré verlo desde arriba".
Juan se fue a jugar un ratito, mientras su mamá seguía bordando. Mientras jugaba, se preguntaba porque su mami usaba algunos hilos de colores oscuros y porque parecían tan desordenados desde donde estaba sentado.
Más tarde, escuchó la voz de su mami diciéndole "Hijo mío, ven y siéntate en mi regazo".
Corriendo entró al salón donde su mamá estaba y se sentó en su regazo.
Al ver el hermoso atardecer que su mama había bordado se emociono muchísimo, y le dijo a su mamá " Mami, no lo puedo creer, desde abajo sólo veía hilos enredados y ahora es un precioso atardecer".
Su mamá le respondió: "Tesoro, desde abajo se veía confuso y desordenado, pero no te dabas cuenta de que había un plan arriba. Yo tenía un hermoso diseño. Ahora míralo desde mi posición, a que es precioso? Si mami, le respondió Juan, es una verdadera obra de arte.
Muchas veces a lo largo de nuestra vida le hacemos preguntas al Padre sobre ¿qué está haciendo con nosotros? Porque vemos que las cosas no son o no nos salen como queremos que sean o salgan. Pero ÉL nos dice: "Hij@ estoy bordando tu vida".
Nosotros por nuestra parte le solemos responder "Pero si se ve confuso y desordenado, si todo parece enredarse cada vez más..."
Entonces, ÉL nos responde: "Confía en mí, estudia mi palabra para que halles conocimiento y revelación, y obedece mis mandamientos. Yo estoy al control de todas las cosas de tu día a día, espera en mí porque pronto te pondré sobre mi regazo y verás el plan desde mi posición. Entonces entenderás."
Sabes los pensamientos de Dios no son los nuestros, ni nuestros caminos los suyos. Porque como los cielos son más altos que la tierra, así sus caminos son más altos que los nuestros y sus pensamientos más que los nuestros. (Isaías 55:8-9)
Así que porque he de preocuparme si ÉL tiene todo bajo control, yo confiaré y esperaré en la promesa que me ha dado. Y aunque ahora todo parezca enredado y confuso sé que pronto veré lo que espero hecho realidad.
ÉL sabe bien los proyectos que tiene sobre nosotros, proyectos de prosperidad y no de desgracia, de darnos un porvenir lleno de esperanza. (Jeremías 29:11)
Así que sé que todo lo que ÉL hará será para mi desarrollo y crecimiento, puede que mis planes no sean los suyos y me cierre la puerta que aparentemente me conducía hacia lo que yo quería, pero ÉL ve más allá de lo que yo veo, y veía cómo al abrir esa puerta mi futuro se estancaba. Su misericordia y bondad son inmensas, al cerrar esa puerta, me abrió otra que me condujo a un futuro brillante encaminado en el magnífico propósito que tiene conmigo. Alabado sea Su nombre.
Fuente: Anécdota extraída de Internet + Comentario escrito por:
Tabernáculo de la Gracia